La utilidad que poseen los
créditos bancarios para el común
de los mortales se encuentra
relacionada no con la
posibilidad de adquirir bienes
productivos sino, en cambio,
para realizar gastos que se
relacionan con
la vivienda que
habitan, el
auto, los estudios y
muchos otros tópicos que sería
largo de enumerar en este
espacio.
Para utilizarlos
efectivamente hemos de entender
que los créditos bancarios son,
en general, bastante caros si no
se destina el dinero a
actividades productivas con las
cuales podamos obtener mayores
dividendos de los que tenemos
que pagar al banco por los
servicios del dinero prestado.
Pues, y esto ha de
mencionarse claramente, no son
solamente intereses los que se
pagan sino una variedad de otros
tópicos, la comercialización de
los cuales es también un negocio
para la
institución bancaria.
Por ejemplo, las pólizas de
seguro sobre saldos deudores,
los, en ocasiones, abusivos
punitorios por atrasos, etc.

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