Nuestra casa es el lugar
donde vivimos permanentemente
con nuestra familia y es adonde
se aplican los préstamos para
reformas que usualmente ofrecen
las empresas prestatarias. La
realidad de esta variante se
relaciona con que la vivienda
que habitamos debe evolucionar
en tamaño y prestaciones
conjuntamente con la familia.
Esto es especialmente cierto
e importante cuando la familia
crece por el nacimiento de
nuevos niños. Allí se hacen
necesarias reformas y
ampliaciones que financiaremos
mediante préstamos los cuales
iremos devolviendo a través de
un pago mensual que en ocasiones
es debitado directamente de
nuestro sueldo que percibimos
como empleados de alguna gran
empresa.
Cuando la ampliación que
requiere la casa es muy grande
su puede acceder a
un crédito hipotecario donde
la misma vivienda queda como
prenda garantida sobre los
montos que nos han de prestar.
Todas esta facilidades que nos
da el mercado de capitales
permiten que muchas familias
puedan aumentar su capacidad de
brindar felicidad a los suyos
mediante la realización de obras
de infraestructura que no
podrían encarar por sus propios
medios.

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