Es innumerable la variedad de
tipos de préstamos que permiten
los mercados y es tal se
segmentación y especialización
que casi podemos decir que
existe un producto crediticio
específico para cada bien
particular posible de ser
financiado con dinero. Por
ejemplo, para viviendas se
ofrecen
préstamos hipotecarios que
toma la misma casa en garantía.
Los bienes de consumo
cotidiano y regular son objeto
de financiación a través de los
llamados
créditos al consumo,
muchos de los cuales se
canalizan a través de
las tarjetas de crédito las
cuales implican una posibilidad
de obtener sumas dinerarias en
los momentos de realizar
nuestros consumos.
Otras variedades y tipos de
préstamos incluyen a aquellos
reservados para la compra de
coches y vehículos, para la
reforma de casas los cuales son
una variante de
las hipotecas recientemente
mencionadas, y aquellos
orientados a la potenciación de
negocios y empresas productivas
y comerciales.

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