Seguimos exponiendo la maestría del aquinate (Tomás de Aquino). En este punto, muy vigente hoy en día, la exposición de Tomás es de capital claridad; incluso incluye un indicativo de cuatro puntos los cuales, si se cumplen todos, se nos otorgará siempre lo que pedimos en nuestras oraciones. ¿Nos escucha Dios? ¿Nos da lo que pedimos? El texto corresponde a la parte segunda de la segunda parte de la Suma Teológica, artículo 15, respuesta a la segunda objeción:
El mérito de la oración tiene como objeto principal, a veces, algo distinto de lo que pedimos: pues el mérito se ordena principalmente a la bienaventuranza, mientras que la petición que hacemos en la oración directamente se refiere, a veces, a algunas otras cosas, como consta por lo dicho (a.6). Por tanto, si esas otras cosas que alguien pide para sí no le van a ser útiles para conseguir la bienaventuranza, no sólo no las merece, sino que, a veces, por el mero hecho de pedirlas y desearlas, pierde el mérito: como en el caso de pedir a Dios el cumplimiento del deseo de pecar, modo de orar que nada tiene de piadoso. Otras veces lo que se pide no es necesario para la salvación eterna ni manifiestamente contrario a la misma. En este caso, aunque el orante puede merecer con su oración la vida eterna, no merece, sin embargo, la obtención de lo que pide. De ahí las palabras de San Agustín en el libro Sententiarum Prosperi: A quien pide a Dios con fe verse libre de las necesidades de esta vida, no menor misericordia es desoírle que escucharle. Lo que conviene al enfermo, mejor que él lo sabe el médico. Por esta razón precisamente, porque no le convenía, no fue escuchado San Pablo cuando pidió verse libre del aguijón de la carne. En cambio, si lo que se pide es útil para la bienaventuranza del hombre, como conducente a su salvación, se lo merece en este caso no sólo con la oración, sino también con las demás obras buenas. Recibe por eso, sin la menor duda, lo que pide; pero a su debido tiempo. A este propósito escribe San Agustín, Super lo.: Algunas cosas no se las niega, sino que se las aplaza, para darlas en el momento oportuno. Y aun esto puede frustrarse si no se pide con perseverancia. Es por lo que dice San Basilio : La razón por la que a veces pides y no recibes es porque pides de mala manera, o sin fe, o con ligereza, o lo que no te conviene, o sin perseverancia. Ahora bien: puesto que un hombre no puede merecer con mérito de condigno la vida eterna para otro, como antes se dijo (1-2 q.114 a.6), tampoco, lógicamente, puede merecer en algún caso para otros con mérito de condigno lo que a ella conduce. Por esta razón, no siempre es escuchado quien ruega por otro, como antes se dijo (a.7 ad 2).
Se ponen, en consecuencia, cuatro condiciones para que, si se dan juntas, uno reciba siempre lo que pide, a saber: pedir por sí mismo, pedir cosas necesarias para la salvación, hacerlo con piedad y con perseverancia.
cuatro condiciones para que, si se dan juntas, uno reciba siempre lo que pide, :
pedir por sí mismo,
pedir cosas necesarias para la salvación,
hacerlo con piedad y
con perseverancia.
Pedir por los demás ayuda, un ejemplo: La mamá de San Agustín, rogó muchisimo por la salvación de su hijo, cosa que su hijo no hacía por si mismo.
Un abrazo y gracias por tu web.
De verdad que estas ideas Tomistas están como oportunas y edificantes. Felicitaciones porque son temas que otros evaden o , simplemente, no interesan a los efectos de divulgación de las ideas.
Desearía que en otras revistas escribieran algo sobre la Prudentia como valor fundamental según Tomás de Aquino
Comparto lo que dice San Basilio : La razón por la que a veces pides y no recibes es porque pides de mala manera, o sin fe, o con ligereza, o lo que no te conviene, o sin perseverancia. En mi opinión considero que la oración es eficaz, pero requiere de ciertos pasos; entre ellos cuando se Ora a Dios, hay que hacerlo con argumentos y en detalle (auncuando Dios lo sabe todo, a Él le agrada que oremos con argumento y en detalle) , con la premisa de lo que se pida sea lógico y bueno, y resalto lógico diferente a imposible, pues Dios es hacedor de imposibles, más no podemos pedir cosas que no estén dentro de la lógica como pedir ser hombre siendo mujer o viceversa. Dios en su gran misericordia concede lo que le pidamos, pero es bueno que nosotros estemos dispuestos a ser merecedores de esas dádivas y ello se consigue cuando vivimos en integridad, cuando obedecemos y agradamos a Dios, cuando le damos la Gloria, pues la gran falla de los seres humanos es la vanidad y a través de ella le quita la Gloria a Dios y se hace dios asi mismo y ser perseverantes. Dios dará lo que pidamos en su debido momento y se ello es para edificación de nuestra vida.
Un saludo especial a todos.
Qué alegría porder dar lectura a un tema tan dejado de lado. Y es que pensar en aquellos actos que directamente nos llaman al reencuentro personal es poco practicado o quizá menos interesante een esots días.
Gracias por refrescarnos en estos temas cotidianos y a la vez poco pensados.
Saludos
DIOS SI NOS ESCUCHA
SOLO HAY QUE APREVERNOS A HABLARLE…..EL ESTA A LA ESPERA.
Creo que estos Teologos mediocres le dan tanta importancia a sus explicaciones porque se olvidaron de aplicar las enseñanzas de la Biblia, fijate que simple la explicacion de S.Mateo 7.11 sobre cuán dispuesto está Dios a escuchar la oración » Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dávidas a vuestros hijos, ¿ Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Romanos 8.32)
Supuesto, tengo un ser muy querido (padres, hermanos, amigos…) que están transitando por una situación difícil; eso me afecta mucho personalmente y me angustia, sufro… Parte de su mal ha pasado a mí… Por esta razón, yo necesito a ayuda de Dios y oro:
a) pido por mis seres queridos, sabiendo que si se alivian, yo participaré de ese alivio. Agreguémosle el plus de que esos seres no son cercanos a Dios, que su fe está ausente.
b) pido por mí. para que mi angustia y mi sufrimiento, sean sanados. Supuesto que mi fe en la misericordia divina es testimonial.
Raciocinio divino:
a)¿Por qué debo atender a quienes piensan que Yo soy nada en sus vidas? No. Solicitud rechazada. Resultado: los intercedido y el intercesor continúan con su padecimiento.
b) Este hijo mío está sufriendo a causa de haber asumido el dolor de esos otros y, como siempre, confía en que yo estoy a su lado para socorrerle en tiempos de angustia. No puedo fallarle. Sea. Ya no tendrá más dolor, porque yo sanaré la raíz de su sufrimiento: socorreré a sus intercedidos.
Mi oración diaria: «Dios mío, yo te agradezco la vida que me das hoy y te pido que si está en tus planes socorrerme un día más, te pido humildemente que yo sea feliz en este día. Porque tuyo es el poder y la gloria… Amén.
MUCHAS GRACIAS DE GRAN AYUDA ….
Primeramente escribo para manifestarle mi interes a los temas que que se estan abordando, ya que son muy utiles y muy provechosos. Realmente el asunto de la oración es, a mi juicio, de suma importancia, ya que como creyente en Dios, si no logro una manera de comunicarme con él de forma personal, ya sea por una oración congregacional o pesonal, seria una relación muy distante la que tendría con El. Pero la Escritura biblica nos habla mucho hacerca de este tema, y es muy acorde a lo que Tomas de Aquino (y también muy sensato) nos dice con respecto a ella. Primeramente Jesus dejo a sus seguidores una oración modelo, conocida como Padrenuestro, en la cual se cubririan, de manera concisa, todos los aspectos concernientes a las necesidades humanas (Evangelio según Mateo 6:5-15), es de notar lo personal de esta (en los secreto),lo especifica (no useis vanas repeticiones), la busqueda de la voluntad de Dios, y como se cubre las necesidades materiales (el sustento), las relaciones personales (el perdon) y de protección. Un poco largo el comentario, pero espero sirva de aporte.
Hola escribo para felicitarte, ya que he encontrado muy interesante los articulos que redactas en el block, adicionalmente quiero participar respecto al anterior articulo “¿Es eficaz la oración para lograr lo que se pide?”, ya que considero este tema muy apropiado para estos tiempos «de crisis», pues siempre he considerado que como seres humanos que somos necesitamos encontrar una creencia, religion o Dios, para canalizar nuestras energias, temores, anelos, sueños, metas etc, y de esta manera regular ese nivel de bien y mal que podemos representar cada uno de nosotros en nuestro dia a dia y lo que es mas importante aun en la realización de nuestros propositos, ya que es alli donde se causan los desequilibrios emocionales que nos convierten en «angeles o demonios» en alguna etapa de nuestras vidas.
¡Muy bueno! el tema en estos tiempos de tantas angustias para tanta gente. Sin duda «el pedido» es algo de lo que JC habló varias veces, como nos recuerda Salgado -otra «pedid y recibiréis…». Y también habló de la fe que, a veces, es interpretado parcialmente. Porque su «si tuvieran fe como un grano de mostaza… podrían mover montañas» contiene mucho más sobre las capacidades del espíritu del hombre que el significado que se le da generalmente. Personalmente lo tomo como un «¡avívense, muchachos!». «Hay que rezar con fe» dice la Iglesia, pero hay gente que tiene poca fe o que duda de ella. Y, llegando al extremo, rechaza rezar pidiendo al considerarse incapaz de llegar a «la fe requerida». Y son los que necesitan consuelo y tratar de sentir la cosa de otra manera. Casi nadie puede compararse con el centurión («…no es necesario que llegues a mi casa…»). Trabajar sobre nuestro espíritu y nuestras capacidades es el camino. Que, humildemente creo, fue el camino de San Agustín: buscar incansablemente. ¡Y encontró!
Disculpen los no cristianos pero escrito lo anterior, leí el Evangelio de ayer, que viene al caso y transcribo:
Al atardecer de ese mismo día, les dijo: «Crucemos a la otra orilla». Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. Lo despertaron y le dijeron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?». Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio! ¡Cállate!». El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. Después les dijo: «¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?». Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?».
es bno, que se enseñe o por ultino se hable de esto ya que estos tiempos muchos se han levantado hablando de la fe, que por fe se mueve la montaña, traes oro y plata, y prosperidad y salud sin limites y se han olvidado de la biblia que en plenitud nos revela al Dios soberano, lleno de amor y gracia hacia nosotros y que nos cuida, no se si sera dificil, pero hay momnetos en que parece que uno ora mal otras que no tiene fe otras que esta pidiendo para uno mismo, yo me quedo con la opinion de sergio candia que Dios me ayude en el dia, paso a paso dia a dia esperando y trabajando, bno fe y accion. emocion y razon.