Una mujer le envió una caja de chocolates como regalo de Navidad a un amigo que tiene un niño que está en primer grado, por lo que empezó a leer. La caja de chocolates tenía una docena o más de variedades diferentes e incluía una lista de diferentes tipos de chocolates junto con una foto de lo que se estaba a punto de comer.
Bueno, el niño decidió que quería leer los nombres de todos estos diferentes tipos de chocolates. Así que le pidió a su mamá que lo ayudara a leer los sabores y unirlos con las imágenes. Se divirtieron mucho haciéndolo.
Pero lo que es aún más divertido fue degustar los sabores que nunca había experimentado y decidir si le gustaban o no. Por supuesto, su madre tuvo que comer algunos, a los cuales él le había dado una mordida y no le habían gustado.
Una pequeña historia común de la vida cotidiana. Sin embargo: ¿somos los adultos capaces de vivir nuestra vida con la capacidad de asombrarnos y maravillarnos ante las cosas cotidiandas y comunes de la vida? Es menester que aprendamos y nos habituemos a probar todo lo cotidiano de nuestra vida con el mismo sentido de asombro y maravilla con que este chico lo hizo; incluso, si ya sabemos de antemano a que nos vamos a enfrentar, si conocemos nuestra retina. Vivir las mismas cosas de cada día como si fueran nuevas, drisfrutándolas nuevamente, profundizando en su sentido, es un gran paso para escapar a la rutina y para volvernos mas sabios.
Es una parte esencial que deberiamos enseñar a los hijos.
Me encanta, toda la información que nos entrega,
aprender más es muy bueno, gracias por tu ayuda.
grax… me deja mucho que pensar y de verdad muchas gracias por que recien estoy empezando la vida… gracias por poder hacerme abrir los ojos aunque sea un poco por que yo soy igual algo terco… a abrir los ojos a cosas maravillosas que tengo a mi al rededor…
muy buena, las personas se dejan caer en la rutina y muchas veces otros pagan.