¿Reflexionamos sobre cine? ¿Por qué no? El arte cinematográfico es una de reflexiones y aprendizajes constantes. He ido a ver la película «El día que la tierra se detuvo» o «The day the earth stood still», tal su nombre en Inglés.

El día que la tierra se detuvo

No se realmente si en los diversos países la película ya se ha estrenado, dado que creo que el estreno no fue simultáneo a nivel mundial. Por esto me disculpo con aquellas personas que viven en países donde aún no se ha estrenado.

La película tiene muchas fallas conceptuales y filosóficas que trataré de enumerar:
1) El alienígena plantea a los humanos un falso dilema: o se salva al planeta o se salva al ser humano. El alienígena concluye que se debe salvar el planeta, y por ello eliminar al ser humano. El problema de la disyuntiva planteada es que es completamente materialista de base. No puede compararse al planeta con el ser humano dado que no son realidades materiales comparables. Para poder ser comparadas debe hacerse un reduccionismo del ser humano hacia la materialidad; lo cual la película tácitamente hace. Solo pueden compararse el planeta Tierra y el ser humano si ambos fueran «solo materia». El planeta lo es, pero no el ser humano. Este último, al ser realmente un ser gerárquicamente superior al planeta, debe ser la opción elegida en una disyuntiva correctamente planteda. La misma debería estar orientada solamente hacia el ser humano y manifestar una opción entre finitud y trascendencia. El alienígena en todo caso podría plantearles a los seres humanos que, dado que están llamados a la trascendencia, y aún así han elegido la finitud materialista para sus vidas, entonces serán aniquilados. Es más coherente.

2) El alienígena se maneja con tanta ligereza y precariedad conceptual que parece un empleado estatal del gobierno de la civilización alienígena. Es mandado a la Tierra para evaluar si los seres humanos merecen ser salvados, tomando como criterio de evaluación capacidad de los seres humanos de cambiar o no de cambiar sus acciones para salvar al planeta. A lo largo de la película se manifiesta el escaso conocimiento que tiene el alien con respecto a los seres humanos en general y lo que es un ser humano en particular. Aún así debe poder «evaluar» si son capaces de cambiar las acciones nefastas que cometen contra la salud del planeta. Inicialmente el alienígena se promulga en favor de la incapacidad de cambio del ser humano (luego de preguntarle a un chino, supuesto alien también que hacía 70 años habitaba en la Tierra) y decreta su destrucción. Al poco tiempo se conmueve con la emocionalidad del ser humano y … cambia de parecer! Cuando ya había puesto en marcha mecanismos que habían casi destrozado media civilización humana!! Bueno, finalmente detiene dichos mecanismos antes de que todo quede destruido, pero llama la atención la ligereza conceptual del personaje que ante tanta responsabilidad conoce muy poco sobre la esencia de su tarea.

Para aquellos que la han visto, les propongo que me digan si ven algún paralelismo entre esta película y la vida de Jesucristo.

Saludos a todos, Hugo Landolfi