He tenido la oportunidad de ir al cine a ver con mis hijas la película «Bolt» recién estrenada, la cual es obra de los estudios Disney. Hace tiempo que vengo con ganas de escribir sobre trasfondo ético-filosófico de las películas de Disney, así que voy a aprovechar la oportunidad para hacelo ahora. Casi todas las películas de Disney poseen una serie de elementos fijos e inalterables que guían la trama de la historia. Estos son:
1) Un planteo maniqueo entre el bien y el mal donde aparecen dos bandos bien diferenciados: los buenos y los malos.
2) El grupo de los «buenos» se relaciona entre sí a traves de un sentimentalismo superficial de carácter materialista y, en el fondo, nihilista.
3) Una idea de progreso personal (principalmente de los personajes buenos), que posee raíces positivistas e iluministas.
4) Una moral relativista fundamentada en el sentimentalismo materialista mencionado.

Bolt Disney

Sobre el punto 1: El planteo maniqueo posee ya varios siglos de historia. El mismo se fundamenta en la oposición de dos grandes fuerzas o polos en el Universo: el bien y el mal. Con respecto al bien, no hay problemas. El error del maniqueísmo es otorgarle una entidad propia al mal, como si fuera que el mal existe de por sí y absolutamente. Se pretende mostrar al mal como una fuerza que se opone al bien, pero de signo contrario, con la cual el Universo adquiere una especie de «equilibrio». No entraremos aquí a elucubrar sobre el tema del mal, que es notablemente complejo de por sí, pero filosóficamente se entiende al mal como la privación de un bien, es decir, como un bien parcial y limitado. No es algo que exista de por sí, sino más bien una carencia parcial de un bien.

Sobre el punto 2: Los personajes «buenos» de las historias de Disney se relacionan entre sí especialmente a través de una emocionalidad sentimentalista de bajo vuelo. Es una emocionalidad que no se trasciende a sí misma y que se queda allí, sin alcanzar nuncá jamás ningún tipo de espiritualidad. Por eso decimos que es de carácter materialista, y en el fondo, como todo lo materialista, nihilista. Todo lo que sucede entre los personajes es de carácter emocional, ya que hay abrazos, lágrimas y otros sentimentalismos que no se resuelven en una dimensión superior. Cabe aclarar que la emocionalidad en sí misma no tiene nada de malo, al contrario. Se torna nociva cuando eso es lo único que hay pues nos arroja al nihilismo.

Sobre el punto 3: Los personajes tienen siempre un carácter progresista frente a las dificultades que la trama les presenta, lo cual me hace acordar a la idea del progreso constante, de carácter también materialista, que propone el positivismo y el iluminismo.

Sobre el punto 4: Dado que todo el planteo de fondo es materialista, la moral de fondo no puede ser más que relativista, dado que no hay valores ni ética absoluta. El bien y el mal se resuelven dentro del individualismo y subjetivismo de cada persona, dando lugar a la idea de que «es bueno o está bien lo que a nosotros (los buenos) nos parece». Esta es la base de la aberrante moral relativista.

Bueno, es todo por ahora. ¡Pensar que creíamos que estas películas eran buenas y formativas para los niños! Espero comentarios, preguntas y pedido de aclaraciones.