La ciencia positiva nos dice que, tanto el ser humano como el Universo, son un mero producto de la evolución. Como quería Jacques Monod, un producto del azar y la necesidad. La verdad es que lo que propone la ciencia positiva suena convincente, máximamente teniendo en cuenta nuestra formación cultural como científicos positivistas. El siguiente video representa muy bien esta línea de pensamiento.


Lo que propongo a los lectores es indagar sobre los alcances y limitaciones de esta postura para verificar su veracidad y, por ende, si puede ser algo que deba ser tenido en cuenta.