Aunque la palabra hipnosis no era usada en ese tiempo, Antón Mesmer en los años 1700 es reconcido como la primer persona en usar el término hipnosis. La mayor parte de los pacientes de Mesmer en aquel tiempo de la historia sufrían de “Histeria». Él los haría pararse de pie en un baño de agua con barras metálicas. Como ellos se sostenían sobre las barras, él agitaría su varita dando como resultado, en los pacientes experimentados, una reacción catártica durante la cual su «Histeria» era supuestamente curada.

Aunque aquellos que practicaban diversas formas de hipnotismo trataron de explicar las técnicas y verificar los resultados, un aire de misterio ha rodeado siempre a la hipnosis. Han pasado siglos de profesionales utilizando diversas formas de hipnosis aplicadas a paliar un gran número de enfermedades humanas y hábitos poco saludables.

Hoy en día, los seres humanos desarrollan medios más sofisticados de reacción ante el estrés, tales como los trastornos de la alimentación, el tabaquismo, el alcohol, las drogas o los juegos de azar; o reacciones físicas como dolores de cabeza, la hipertensión, la colitis ulcerosa, o alteraciones mentales como la depresión, los transtornos bipolares, la esquizofrenia, etc.

La hipnosis profesional es el «arte de la sugestión». Para problemas específicos, se han ideado sugestiones específicas para ayudar a la persona a superar el problema. El hecho de como las mismas sugestiones son enunciadas por el profesional actuante puede hacer una gran diferencia.

Esto no quiere decir que el carisma y credibilidad no cuenten. La misma sugestión emitida de dos maneras diferentes (uno con la confianza y la relación y una sin confianza o con poca relación) tendrá diferentes resultados.

Hay dos ingredientes necesarios para que la hipnosis funcione:
1. La propuesta debe tener sentido.
2. Las sugerencias que entrega el hipnotista deben tener relación verdadera con el tema.

Por lo tanto, una sugerencia podría ser tan básica como que cada vez que usted diga la frase «cielo azul», instantaneamente te olvidarás de los alimentos y del peso ganado. A fin de hacer creíble la sugestión, el hipnotista debe proporcionar a la persona una comprensión conciente sobre como podría funcionar la misma. Por ejemplo, «Cielo azul» significa que usted se encuentra completamente liberado de utilizar la comida para luchar contra el estrés.