Si, según yo lo entiendo, la mediocridad es la falta de un desarrollo y perfeccionamiento significativo en las personas según las posibilidades de su propia naturaleza humana, es menester que las personas mediocres tengan notables y variados defectos. Defectos entendidos, por supuesto, como un faltante, como una carencia.
Además, el “homo mediocris” se caracteriza por otro elemento significativo: en forma adicional al hecho de estar significativamente infra desarrollado, tampoco avanza en el camino de su perfección. Se encuentra parado y detenido. Inmóvil.
Para finalizar, el mediocre cuida y alimenta sus defectos; se jacta de ellos, los sustenta y, generalmente, los hace crecer. Los ama; son como sus hijos bien amados. Esto último como siendo lo opuesto a la conducta virtuosa esperable de una persona no mediocre, que detesta sus defectos, no patológicamente, sino como un modo de estar en camino hacia su disminución lenta y paulatina.
Para sintetizar, entonces, el “homo mediocris”, como me gusta llamarle, posee cada una de las siguientes características:
1) Se encuentra poco desarrollado y perfeccionado en cuanto a las posibilidades de su naturaleza humana.
2) No avanza en el camino hacia su perfección sino que se encuentra estancado en su estado infra desarrollado. Está inmovilizado.
3) Por su poco desarrollo tiene notables defectos, carencias. El mediocre los ama y los cuida. Los hace crecer y los sostiene. ¡Se jacta de ellos! Sus defectos son su orgullo. Una frase típica que lo manifiesta es: “Yo soy así” o “Siempre fui así”.
Por otro lado, la persona excelente, como opuesta a la persona mediocre, no es alguien que no tenga limitaciones en su desarrollo. Todos nosotros, en definitiva, nos encontramos poco desarrollados y perfeccionados en cuanto a las extraordinarias posibilidades a nuestra naturaleza humana. Unos más y otros menos, por supuesto. Los mediocres usualmente más. Pero no es este punto el que distingue al mediocre del excelente. No es el punto “uno” de los tres puntos anteriores. Son los otros dos. Veamos.
Si todos, en mayor o menor medida, nos encontramos infra desarrollados en cuanto a la capacidad de perfección de nuestra naturaleza humana, lo que nos hace ser mediocres o excelentes es nuestra actitud frente a ello.
El hombre excelente, independientemente de su grado de desarrollo, avanza en el camino de su perfeccionamiento personal y se aleja paulatinamente, unos más rápidamente que otros, de la mediocridad. El mismo hecho de caminar hacia la excelencia implica alejarse de la mediocridad, aunque no se haya llegado al destino. De este modo, la excelencia no es un punto de llegada, un logro en sí mismo, sino un camino. Aristóteles decía que la excelencia es un hábito, no un acto. Y no podemos más que acordar con él. Lo que define a un ser humano no es solamente el lugar donde se encuentra actualmente, sino más que su lugar actual lo define el hacia donde se dirige.
La persona excelente jamás podrá jactarse de sus defectos y limitaciones. Nunca las hará crecer ni las amará, sino todo lo contrario. Hará todo lo posible para que decrezcan y se achiquen. Para que poco a poco vayan desapareciendo.
Finalmente, entonces, la diferencia esencial entre el hombre mediocre y el hombre excelente radica, no tanto en su grado de desarrollo actual, sino en el grado de desarrollo deseado y el modo en que avanza hacia allí. Además, el ser humano excelente detesta sus carencias y trabaja constantemente para eliminarlas.
La actitud y el estado fututo perfecto deseado para sí, más que cualquier otra cosa, hace la diferencia.
hola, gracias por tus opiniones
se a probado ke cuando uno resalta los desvalores, estos aumentan, entonces hagamos enfasis de las virtudes de la excelencia, del sevicio, del amor
un fuerte abrazo
Cristobal
HOLA: para aumentar un concepto sobre mediocridad, es bueno hacerles ver a las personas que su mediocridad está en hacer la cosas a medias «MEDIO-CRE, las personas que no hacen las cosas a medias, sino buscan ser excelentes, estas personas lo que hacen es no conformarse, y se EXCEDEN, por ello son excelentes, hacen algo más de lo que venían haciendo, si vemos a los vendedores por ejemplo, ellos vendían 20 unidades, e iniciaron sus nuevas ventas con un EXCEDENTE de 25 unidades, ellos con su actitud se EXCEDIERON, demostrando ser excelentes.
El dar un poco más de afecto, un poco más de dedicación, un poco más de empeño en sus labores es ir dejando la mediocridad por buscar ser Excelentes.
Me gusta que la gente se siente bien, sea mejor, sea cada día, más grande, pues aplaudire su empeño y la catalogaré de Excelente, porque se está EXCEdiendo, así lograos que las personas dejen el conformismo, rompan sus paradigmas, se sientan más importantes y transmitan a otros sus buenas y mejores experiencias, no recordándo su mediocridad, sino más bien que no es difícil lograr la excelencia con una nueva y gran ACTITUD, excediéndose con amor y dedicación para colocarse en un nuevo plano que es el lograr ser excelente. Gracias por tu página que nos permite compartir.
Gracias Hugo por tu punto de vista al respecto.
Una pregunta que me hago, que tambien incumbe a este aspecto es: ahora que sabemos que esto es asi, ¿por que o para qué sucede ser asi?? ¿Es un juego de Dios? ¿Es así debido a la Evolución?
También me gustaria una opinion tuya al respecto.
Muchas gracias.
Katerina, esto es producto de las elecciones y prioridades del ser humano. No es un juego de Dios, dado que Dios nos da la libertad de elegir los medios que conducen a los fines de nuestra vida. Nosotros, influenciados por nuestra educacion y cultura, pero fundamentalmente porque lo elegimos, decidimos dar poca prioridad a estas cosas. Queremos más «tener» que «ser» y no nos damos cuenta que por más que «tengamos» no llegamos a «ser». El tener no nos hace ser mejores, ni las virtudes de lo tenido se transfieren a nosotros.
Este articulo habla de eso:
https://www.sabiduria.com/liderazgo/%c2%bfidentificarnos-con-lo-exterior-a-nosotros-nos-hace-mejores/
Saludos, Hugo
Es un tema interesante, creo que aquella persona que permanece sin superarse, pude tener algunas limitaciones, pero muchas veces su autoestima es tan baja que le cuesta superar sus limitaciones, tambien otros se dejan estar por ser haraganes y conformistas, la mayoria de los seres humanos tratan de superarse, un abrazo
Yo soy mediocre: estoy en la media de la tabla, ni destaco, ni tampoco soy el último de la fila resumiendo no he llegado a nada.
Sin embargo me gustaria no ser mediocre y para ello intento (esta claro que no lo consigo) mejorar todos los días, no paro de buscar formas de mejorar, pasar de la mitad de la tabal pero no llego al nivel que tendría que tener para dejar de pertenecer al grupo de los mediocres y pasar al grupo de excelentes. Reconozco que me ha costado mucho asumir que era mediocre ya que pensaba que era excelente pero a base de tropezones pues acabas dandote cuenta que no eres tan bueno como pensabas y que hay gente mejor que tu. Si a mi me gustaría se le mejor y eso no creo que tenga nada de malo, aunque esto parece que no es correcto decirlo públicamente pero un deportista puede decir que quiere ganar y nadie le critíca por eso. Pero este es otro debate
Genial articulo. Excelente.
Creo en esto firmemente. Yo me dedico a el diseño Web, en donde esto es muy latente por dos motivos; tecnologías que cambian rápidamente y el poco deseo de muchos de estudiar en aras de perfeccionar sus técnicas. Prefieren lo viejo. Lo post-ponen. Temen lo nuevo.
Esta frase que decis:
«La persona excelente jamás podrá jactarse de sus defectos y limitaciones. Nunca las hará crecer ni las amará, sino todo lo contrario. Hará todo lo posible para que decrezcan y se achiquen. Para que poco a poco vayan desapareciendo.»
Se resume en un pasaje Budista que dice:
«Preocupate más por tus carencias que las de los demás, por que al preocuparte en las de otros, las tuyas sólo se harán más fuertes»
Vivo mi vida al pie de la letra con respecto a dicha frase. No me interesan los demás. Me interesa yo, como persona, me propongo a hacer. Sé que la perfección es quizás una utopía y que jamás la podré lograr pero no tengo nada que reprocharme por que di absolutamente todo.
Un gran artículo. Lo felicito.