Hoy 1ro de mayo se celebra en muchos países el día del trabajo (o el día del trabajador). Si no remetimos al relato bíblico del Génesis, el trabajo nace y se origina en nuestro pecado original de rechazo a Dios y a su plan divino de salvación. Por ese rechazo somos expulsados del paraíso, dónde no trabajábamos, hacia este mundo donde tenemos que «ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente». Por ende, me parece que el día del trabajo es, en realidad, el día del pecado; y que el día del trabajador es, más bien, el día del pecador.

¿Qué celebramos entonces el día del trabajo? ¿No debería ser un día de reflexión, oración y arrepentiemiento en vez de un día de celebración?