La espiritualidad o iluminación espiritual es una cualidad innata que todos tenemos en diversos grados. Sin embargo, para que esta cualidad espiritual pase de un modo innato a un modo activo, depende de tres cosas. Si alguna de las tres esta perdida, las tendencias espirituales podrían ser cubiertas por nuestras reacciones instintivas de la codicia, el odio y la falsa ilusión.

La primera es la amplitud y la vista neutral de las cosas. Si estamos establecidos en nuestras maneras y queremos aferrarnos a lo que tenemos, no vamos a tener la capacidad de mirar más allá de eso. Dado que es cierto que todo cambia, nos autolimitamos severamente si fallamos al mirar más allá de lo que ocurrió en el pasado. La creatividad consiste en dejar el pasado a fin de que podamos ver con ojos nuevos mientras que las situaciones cambian.

El segundo elemento es el intelecto. Sin una cierta cantidad de inteligencia, que promueve la discriminación entre lo que es verdadero y lo que es falso, lo que es útil y lo que es perjudicial, una búsqueda espiritual podría convertirse rápidamente en simplemente seguir junto con un grupo escogido, por azar o tradición.

El tercer elemento es el interés sincero y la pasión con respecto a los significados más profundos de la vida. Un interés que pasa, o un interés basado simplemente en rechazar el aburrimiento con una nueva afición o actividad, sólo va a tocar la superficie de la espiritualidad. Esto significa que no va a penetrar en nuestro corazón. Cuando la espiritualidad no es más que un ejercicio intelectual, tendemos a volver a nuestro modo primitivo y de supervivencia cuando las cosas se vuelven ásperas.

Estos tres elementos son necesarios para cualquier incursión grave en la vida espiritual. De los tres, yo diría que el tercero es el más importante. Hay una posibilidad exterior de que una persona sin ninguno de los primeros dos elementos de la amplitud e inteligencia puede tener suerte y caer involuntariamente en una práctica que lo llevaría a la verdadera espiritualidad. Si uno tiene interés y pasión, así como la inteligencia y la ecuanimidad o ningún favoritismo con respecto a los diversos caminos y religiones, entonces hay menos oportunidades de caer por caminos que no conducen a ninguna parte respecto a los aspectos más profundos de la espiritualidad.