La bailarina y coreógrafa Agnes de Mille escribió: «No suenan trompetas cuanto tomamos las decisiones importantes de nuestras vidas. Las decisiones que van conformando nuestro destino se gestan en el más absoluto silencio.»

Creo que hay algo de verdad en ese pensamiento. Las decisiones más comprometidas y trascendentes de nuestra vida la hemos de tomar en el más profundo de los silencios y, agrego, en la más extrema de las soledades. No hay tal cosa como decisiones importantes tomadas en conjunto con otros personas, o gestadas en medio del ruido. A veces, luego de tomar una decisión en soledad, la compartimos con otras personas. Pero siempre el silencio está presente cuando las tomamos.

¿Ustedes qué opinan?