Un equipo interdisciplinario de varias universidades estadounidenses han depurado una lista de marcadores o precursores que pueden aumentar el riesgo de contraer esta afección en adolescentes. Los mismos son:
Antecedentes genéticos: tener un familiar cercano con psicosis.
Dificultades en el intercambio social: permanecer horas recluido, en soledad, y sin actividad.
Pensamientos inusuales: autorreferenciar comentarios de personas completamente extrañas.
Incremento del estado de sospecha: suponer infundadamente el ser objeto de una persecución.
Historia personal de abuso de sustancias: alcohol, hipnóticos, marihuana, anfetaminas, cocaína o alucinógenos.
A partir de un estudio multicéntrico
Detectar sus signos tempranos permite iniciar precozmente un tratamiento que alivia al paciente y sus familiares